La Teoría Evolutiva de las Instituciones
Resumen del capítulo VIII de la obra de César Martínez Meseguer
Por Daniel Montesinos Rojas
11/3/20254 min leer


A pesar de que este capítulo se basa en la presentación de los tres niveles de estudio de la Escuela Austriaca, y se centra especialmente en los dos primeros, inicia sus páginas con Carl Menger (1840-1921), quien publica en 1871 la obra Principios de Economía Política. Esta obra, que aporta las características del subjetivismo, la teoría del intercambio, la teoría de la evolución de las instituciones económicas y el tiempo en el sentido praxeológico, fue la precursora y dio lugar al desarrollo de la Escuela Austriaca de Economía por parte de Mises y Hayek. No solo esta, sino también otras obras de Menger, contradecían el objetivismo de la Escuela Clásica Anglosajona y el historicismo de la Escuela Alemana de Economía, lo que le valió ataques y discriminación por parte de sus colegas, vacíos estos de argumentos que las refutaran.
Este capítulo hace hincapié en que fue Menger, y no Mises, quien da forma a la Teoría de la Acción Humana, siendo este último quien la perfecciona y desarrolla con posterioridad el primer nivel de estudio de esta escuela económica. Es el primero, entonces, quien apunta a que el ser humano actúa motivado por un desconfort o malestar en busca de mejorar su situación, intentando alcanzar ciertos objetivos o fines, siempre subjetivos, con ayuda de recursos o medios que la persona va descubriendo y seleccionando en base a los que considera subjetivamente más idóneos según su utilidad. Las condiciones necesarias para que aparezca la acción humana son:
la necesidad de la persona debido a una escasez,
la capacidad de la persona de, según su valoración y de forma subjetiva, descubrir cualidades en las cosas que le permitan satisfacer esas necesidades,
y el poder disponer de ellas como propias.
El desarrollo de esta acción se puede llevar a cabo de forma individual en el entorno o relacionándose, a través del intercambio, con otras personas que le rodean. Para ello, debe haber un conocimiento e información de las necesidades y medios por parte de las personas, así como el poder llevar a la práctica el intercambio de bienes gracias a los derechos de propiedad y la voluntariedad en los intercambios. Estos intercambios generan enormes beneficios entre las personas implicadas y los grupos sociales que los llevan a cabo. Lentamente, con el paso del tiempo y tras su perfeccionamiento por procesos de prueba y error, dan surgimiento a instituciones económicas. Menger elabora unas teorías que nos dicen que las principales instituciones sociales aparecen tras largos periodos de prueba y error y son adoptadas por los grupos sociales de forma inconsciente y no deliberada, siendo destacables la Teoría Evolutiva del Mercado y la Teoría Evolutiva del Dinero.
Mises centró su estudio en analizar la acción humana y las relaciones de intercambio, mientras que Hayek lo centró en las instituciones sociales evolutivas. Aunque a alguien le puedan parecer campos de investigación incompatibles, la realidad es que son totalmente complementarios. El primero, más básico pero no menos importante, se centra en el aspecto individualista de la acción humana y en la función empresarial, mientras que el segundo, mucho más abstracto, parte del primero y requiere otra metodología de análisis que veremos con más detalle en capítulos posteriores. Aun así, ambos son necesarios en complementación y no en contraposición si se quiere entender el contenido fundamental que la Escuela Austriaca nos plantea. Es por ello que entendemos que el mercado surge impulsado por la función empresarial, que es un componente fundamental de la acción humana, y la transmisión y acumulación de información por medio de un proceso evolutivo de institucionalización espontánea. Entonces, lo mejor es ver las aportaciones complementarias de ambos autores como tres niveles relacionados entre sí. En el primer nivel tenemos la acción humana del individuo aislado, que consiste en sustituir una situación por otra sin contar con terceros, es decir, de forma intrapersonal.
En el segundo nivel tenemos las relaciones de intercambio y cooperación dentro de un grupo social de forma interpersonal.
Por último, el tercer nivel hace referencia a la formación y evolución de las instituciones sociales.
Podemos entender que para pasar de un nivel a otro se producen saltos evolutivos que, en el caso del segundo al tercer nivel, son más acentuados dado que se trata de un proceso muy dilatado en el tiempo. Las relaciones de intercambio, como ya dijimos, son donde se produce un salto en el análisis de la acción humana y la función empresarial a nivel individual a la función empresarial en el ámbito social. Para ello, el concepto de propiedad debe estar bien definido, entendiendo las personas que intercambian los bienes de forma voluntaria y siendo estas transferencias de titularidad aceptadas por el grupo. Estos intercambios o permutas se producen a raíz de unos desequilibrios o descoordinaciones entre partes y pudiendo ser descubiertos por las partes que les afectan o por un tercero que obtiene beneficio al coordinar a las partes anteriores. Viéndose así todas las partes beneficiadas y fomentando la paz y la cohesión social.
